Cuando la guerra llama... ...y la estrategia gana: ROMMEL & MONTGOMERY.



El pasado sábado 7 de febrero se libró una contienda épica. Todos los niveles estaban en el campo de batalla preparados para aniquilar al enemigo. En cuanto sonó la señal que daba el comienzo de la batalla los soldados de ambos ejércitos se lanzaron al ataque. Los muertos se sucedían en un bando y en otro, y parecía que el enfrentamiento iba a durar años. No había un claro ganador. La balanza no se decantaba ni a un lado ni a otro.
Cuando las fuerzas empezaban a escasear en el primer enfrentamiento, el ejército de Rommel, capitaneado por el mariscal F. Molina sufrió un duro golpe. El mariscal de Montgomery, J. Cobo, ordenó a sus hombres que se lanzaron hacia el norte para acabar con la bandera de Rommel, pues un espía le había informado bien. Dio las instrucciones precisas. Eligió a sus mejores hombres y no le defraudaron. Minutos después, Jaime Rodríguez F. había capturado a la bandera, que era Pepe del Junco.
Tras este duro golpe, el mariscal de Rommel reordenó a sus hombres y estrechó los flancos para cubrir mejor la retaguardia. Ordenó a sus minas que protegieran a la bandera. Arengó a sus hombres. Recompuso las filas y diseñó la estrategia para acabar de forma contundente con el enemigo. En el siguiente combate no podían perder. La segunda batalla duró escasos minutos. Gracias a las indicaciones e instrucciones del mariscal F. Molina, el general De la Fuente atrapó a la bandera de Montgomery. Había ganado el ejército de Rommel.
Pero aún no está todo decidido. La última batalla, en la que se decidirá el destino de los hombres, no se ha librado todavía. Los ejércitos necesitan que los mejores soldados se alisten en sus filas, ¿Contarán con tu apoyo?